domingo, septiembre 24, 2017

Sistemas de gobierno. Isquirocracia

La historia no se repite, pero rima.

La frase es de Mark Twain y la diría en algún momento entre finales del siglo XIX y principios del XX, en todo caso antes de que empezase la primera guerra mundial y en un periodo convulso que provocó por ejemplo la revolución rusa de 1905, primera fase de lo que sería la revolución de 1917.

Creo que es cierto, no se repite, porque repetir implica que todo sea igual y hay demasiados factores distintos como para considerar que se ha repetido. Un vistazo al pasado y comprobamos que no es el primero que dice algo parecido.

Un tal Polibio nacido en el 200 a.c. definió aquello que se repetía en la historia. Lo llamó, o alguien la denominó así a partir de su obra, anaciclosis.

¿Sorprende el término?, seguro, al menos a mi pues sin internet no habría nunca llegado al mismo ya que no se estudia en los colegios. Todos hemos oído hablar de Platón, pero parece que Polibio no goza de la misma popularidad.

Polibio postulaba que todo régimen tiene una forma de existencia tras  cual entra en crisis y entra en la siguiente en una rueda que pasa de una a otra hasta que se repite la primera.

Por aquel entonces Polibio vivía la evolución al alza del imperio romano y se convirtió en uno de los primeros historiadores, el primero conocido por hacer una historia universal y pretendía explicar las razones por las que Roma se estaba imponiendo en el Mediterráneo.

Según Polibio las etapas de un régimen pasaban por las siguientes:

-Monarquía
- Tiranía
- Aristocracia
- Oligarquía
- Democracia
- Oclocracia.

La primera persona de la tribu que demostró que era más fuerte que el resto y estos optaron por  por seguirle se convirtió en el primer monarca.

La diferencia entre Monarquía y Tiranía estaba en que la segunda implicaba que se había alcanzado el poder con violencia derrocando a quien estuviera al mando, por otra parte la monarquía es hereditaria pero con mucha frecuencia el primero de cada dinastía fue un tirano que derrocó al anterior.

La aristocracia es el gobierno de los listos… Platón lo definió 200 años antes que Polibio como el gobierno de los mejores (que es lo que significa) y especificaba que los mejores eran los filósofos… es decir, tonto no era.

La oligarquía por su parte no necesita que el gobierno caiga en los mejores, sería una degradación de la aristocracia en la que los que mandan lo hacen porque pertenecen a la clase social a la que pertenecían los anteriores gobernantes y la herencia o la costumbre hace que se perpetúe una estirpe de gobernantes. Se distinguiría de la Monarquía o la Tiranía en que no sería un gobierno unipersonal. Aquí entra el concepto de nobleza y de hecho las monarquías que vemos o nos han mostrado son simplemente oligarquías en las que uno de ellos es la cabeza visible del resto.



La democracia implica que las decisiones las toma el pueblo. El problema es que cuando son muchos los que tienen que decidir resulta inviable en su sentido estricto y en realidad acaban decidiendo quien les representa para que estos acaben tomando las decisiones en su nombre. Por ello es fácil confundir la mayoría de las democracias con oligarquías que son los candidatos cerrados de un conjunto de partidos políticos que son las únicas opciones que tiene el pueblo. Uno de ellos será el monarca de turno, pero siempre seleccionado entre los candidatos de la citada oligarquía. La única diferencia con un monarca de un sistema oligárquico sería que en lugar de llamarlo rey se le denomina presidente y su cargo no es hereditario aunque sus privilegios se mantienen, e incluso aumentan, cuando ya no ostenta el poder.

La oclocracia tampoco la enseñaban en la escuela. Pero si digo que es el poder de los populismos seguro que se me entiende mejor. Aunque no es exactamente lo mismo, también la podríamos llamar demagogia ya que es el resultado de manipular a la masa. Polibio la definía como el gobierno de la muchedumbre como degeneración de la democracia. Entonces no existía whatsapp ni twitter pero esa descentralización de la convocatoria de las masas es su principal característica. Alguien debe empezar la cadena pero después se trasmite horizontalmente. Como tal es incapaz de gobernar y tampoco necesita tener una mayoría real. Solo tienen que ser más en la calle y hacer más ruido que el resto. Si a una muchedumbre no se le enfrenta otra, la primera acapara la razón, la tenga o no.

Para Polibio el ciclo se repetía siempre en ese orden, la oclocracia acababa derivando en una nueva monarquía y todo volvía a empezar. El más fuerte se hace con el poder tras la falta de gobierno y simplemente el resto decidía seguirle.

La rima actual suena parecida. Los términos se mezclan entre sí para producir más de lo mismo y hablamos de democracia, capitalismo, socialismo, comunismo o anarquía y de hecho podríamos definir un ciclo parecido.

Yo personalmente creo que en realidad no es tanto un ciclo en el que se pasa de un sistema a otro como las distintas fases vitales de un insecto. Huevo, pupa, larva, crisálida son distintas formas del mismo animal.

Ya ha quedado manifiesto que la tiranía, oligarquía y la oclocracia son degradaciones de la monarquía, aristocracia y la democracia respectivamente, las tres primeras ya no nos suenan actuales aunque lo son sin lugar a dudas. Al poner las otras tres juntas nos encontramos que es bastante habitual encontrar “democracias” conviviendo con aristocracia y monarquía matizando que es la propia aristocracia la que ha decidido que no se denomina oligarquía aunque es la única definición en la que cuadra su linaje heredado.

El denominador común a todas las formas de gobierno es el poder. Una de las formas más habituales de conservación del poder ha sido la fuerza. Volviendo a aquel grupo prehistórico, la fuerza designaba al lider, al monarca y dependiendo de su inteligencia aquella comunidad prosperaba o no. Si prosperaba, crecía, y ese crecimiento hacía que la fuerza de uno solo no fuera nunca suficiente para liderarla. Necesitaba apoyos por lo que la fuerza la ostentaba aquel que era capaz de reunir suficientes apoyos. La comunidad volvía a crecer y con esos apoyos podía ser más poderosa que la comunidad vecina a la que eliminaba o fagocitaba volviendo a crecer.

Los apoyos volvían a depender de otros que les apoyasen a su vez, las jerarquías se iban creando y la que quedaba por encima de todas ellas era la dominante, la oligarquía de la que salían los lideres visibles de la comunidad.

Con el tiempo la propiedad privada y el afán de conseguirla definía otro tipo de poder. Aquel que permite comprar la fuerza y los apoyos aunque no habían tantos bienes como para que todos pudieran tener una parte de esa propiedad. Los esclavos no tenían propiedades, eran una propiedad más pero a medida que crecía la comunidad, unos pocos tenían mucho y los esclavos, que cada vez eran más necesarios no tenían nada pero cada vez eran más.

La democracia ha tenido también esclavos. Los griegos, que tanto presumen de ser el origen de la democracia los tenían con y sin democracia pues el derecho de voto estaba supeditado a poco más que la oligarquía dominante. Puede que en algún momento hubieran tenido aquellos aristócratas que ciertamente fueran los mejores para gobernar, pero con el tiempo degeneraron en aquellos otros que heredaron sus privilegios y sus propiedades.

La propiedad, el capital que conservaban definían buena parte de su poder y aquí entra la plutocracia, que deja el gobierno en manos de los que tienen el dinero. No quiere decir que el gobierno esté formado por ricos, en realidad lo que hace es que el gobierno dependa de ellos y de alguna forma sean los que controlan sus pautas.

La rima de la historia les hace aprender de sus errores. Aquel que gobierna y es a un tiempo el que visiblemente hace ostentación de que su gobierno le hace más rico se condena a ser sustituido.

Siempre será mejor pasar desapercibido y evitar que se le relacione con el poder político para evitar ser derrocado y desposeído de dicho poder. Cuando se produce un cambio hace falta ser parte del mismo y como el poder del sistema de gobierno depende de su apoyo, al cambiar su apoyo a los que le sustituyen lo que hacen es confirmar su poder en la sombra y da igual el nombre que se le pretenda dar, actualmente tenemos repúblicas de distinta índole: presidencialistas,  presidencialistas parlamentarias, semipresidencialistas, parlamentarias, unipartidistas. También hay monarquías absolutas, constitucionales o de alguna forma mistas entre ambas y dictaduras militares. Para la mayoría de los sistemas definidos se podría añadir la palabra laica, religiosa o una mezcla de ambas.

De nuevo, el poder es el único denominador común, aunque al añadir el matiz religioso deberíamos considerar la posibilidad de sustituir la denominación Plutocracia por una nueva que pudiera ser capaz de justificar que el poder no necesite de dinero para hacerse efectivo. Las creencias pueden ser capaces de desbancar cualquier sistema de gobierno, quien tiene el “poder” para inculcar o convencer a una masa es quien lo acaba haciendo posible. No es solo el poder económico aunque evidentemente es muy importante y sin duda es parte de ello. Por más que busco no encuentro nada que lo defina como tal así que he decidido ponerle nombre, con raíces griegas para que suene más culto, Isquirocracia.

El nombre es redundante, como cuando vas al médico y te dice que tienes cefalea cuando le comentas que te duele la cabeza. Viene a significar algo así como el gobierno de los poderosos, (Del griego ισχυρό [ischyró] pero hay que tener presente que el poder no tendrá por lo general no tendrá ninguna cabeza visible aunque siempre designará o controlará a quien parezca mandar.

Pero en todo caso, será fácil distinguir cuando aparentemente se cambie de un sistema a otro, quienes resultan beneficiados del cambio y parece que mandan con el nuevo sistema tanto como con el anterior. Si ello no se produce significa que quienes provocan el cambio, han perdido su control sobre el mismo. Ocurre sobre todo cuando se provoca una oclocracia para forzar un cambio y por eso el poder no es necesariamente sinónimo de plutocracia, pues puede que el dinero no sea suficiente.








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