Evoluciones.

Empieza el ramadán y China lo prohibe. La noticia parece nueva, pero lo cierto es que no es nuevo, lo prohibe todos los años, basta buscar en Google para ver que se puede leer la misma noticia año tras año. (Aquí en 2012). En primer lugar tener una población relativamente numerosa dejando de trabajar, porque no nos engañemos, en Ramadán la mayoría de los musulmanes van a trabajar, pero no trabajan nada. Se pasan el dia sin comer y al hacerlo de noche, se la pasan sin dormir, la combinación ayuno-sueño se asocia sin necesidad de estudios sofisticados a siesta entre rezo y rezo.

Frenar la expansión religiosa puede ser un motivo más de dicha prohibición, pero en ese caso también deberían prohibir celebrar la navidad y otras festividades similares de otras religiones y no lo hacen por lo que me inclino a pensar que efectivamente el motivo es económico-laboral.

El comunismo luchó activamente contra la religión, el opio del pueblo, pero no contó con que la religión era un subproducto de la evolución, de la tendencia natural del hombre a interpretar patrones tal cual la describe Michael Shermer en una conferencia del TED, aquí hay un resumen en español.

Prohibir las religiones sería equivalente a modificar la conducta fruto de miles de años de evolución, cuando se ha intentado se ha fracasado pues el miedo, piedra angular de la existencia de las mismas, crece con la opresión y por tanto son más los que se acaban refugiando en las mismas, la promesa de un más allá les hace superar todos los miedos y no ven el absurdo de imaginarse una eternidad repleta de los placeres -terrenales- que no tienen ahora.

Lo único que se puede hacer es evitar que la religión tenga ninguna influencia sobre el Estado, controlar que no se inserten en la educación y potenciar la ciencia y la racionalidad en la misma para dar instrumentos para discernir lo absurdo de muchas creencias. En definitiva, enseñar a controlar el miedo a lo desconocido para aprender a vivir esta vida sin necesitar de ninguna otra.