sábado, abril 25, 2015

Los números de la desgracia.

Más de 1100 muertos por un terremoto a casi 8000 kilómetros de distancia provoca gran preocupación por los alpinistas españoles que pudieran estar en el Himalaya.

Hace nada... 700 personas murieron al hundirse el barco en el que viajaban. Ya no es noticia. No iban a Alemania procedentes de España... eran emigrantes.

La tierra es pequeña, pero el egoísmo la hace demasiado grande.

2 comentarios:

Ginebra dijo...

Así es, un egoísmo y una deshumanización atroz. Nadie hace nada controlar los naufragios de inmigrantes africanos o sirios. El mar Mediterráneo es un cementerio y eso no importa a los dirigentes de la UE. Un día se ahogan 700 y al otro naufragan 500. Las mafias no son investigadas, no hay castigo y así la cifra de desesperados que caen en sus redes se hace más grande.
El desarrollo de áreas pobres o con un reparto desigual de la riqueza no se dinamizan, de este modo siguen llegando personas en busca de un futuro que no es tal. Las guerras no se paran porque son lucrativos negocios de venta de armas, pero luego la UE no quiere refugiados políticos.
Todo es desmoralizante y sórdido; triste e injusto.
Besos

Outsider dijo...

Si solo fueran negocios de venta de armas aun tendríamos suerte. Intereses privados compran paises con capital público y con el mismo defienden sus inversiones. La gente escapa de esos lugares en los que la riqueza se lo lleva otro y se mantienen conflictos eternos que abaratan los costes de aquello que les siguen robando.