domingo, marzo 02, 2014

Crimea y el fracking global.

Tiempo atrás, habría sido fácil entender la intervención Rusa en Crimea, ya se pegaron una vez por ello a mediados del siglo XIX. Entonces por un lado estaban  Francia, Inglaterra y el decadente imperio Otomano y por el otro el Imperio Ruso de la dinastía Romanov junto al Reino de Piamonte y Cerdeña, si hubieran ganado habrían dicho que era Italia, pero como perdieron se quedó con el nombre del reino que efectivamente estuvo involucrado. En aquella ocasión, el tatarabuelo de Anastasia empezó una guerra que perdió el bisabuelo. El estrecho del bósforo suponía un candado a su salida al Mediterraneo, y el resultado de la guerra fue un candado al mar negro en Crimea.

Eran tiempos de expansiones, el poder no era global, sino que estaba situado físicamente en los países que lo ostentaban y para ampliar su poder necesitaban ampliar el país. Claro que eso significaba que si tenían problemas internos eran fácilmente localizables.

Ahora se podría pensar que Crimea sigue suponiendo un embudo a la salida al mar de Rusia, una visión superficial al mapa del mundo así lo indica pero siendo que el estrecho del Bósforo bloquea completamente cualquier salida, no parece que la situación estratégica sea razón suficiente para promover el conflicto.

Atendiendo a las últimas elecciones, Crimea estaría dividida por la mitad por afinidades políticas, no parece existir un movimiento independentista, son más bien unionistas a una u otra opción dentro del contexto de Ucrania como la parte a unir. El oeste y norte de Crimea se decantaría por la opción Europea y el sur este sería más proruso y no ha habido (aun) ninguna campaña de persecución de minorías por lo que no estaría justificado intervenir para proteger a nadie. La justificación en este sentido es secundaria, se basa en la búsqueda del apoyo de sus propios ciudadanos, así el parlamento ruso ha autorizado la intervención con esta escusa.

Las sanciones y el berenjenal en el que se meten debería ser superior al beneficio de incorporar nuevas tierras a una Rusia que ya es bastante grande de por sí. Pero atendiendo a las nuevas estrategias geopolíticas es mucho más interesante la creación de un nuevo estado, de rebote se consigue otro lugar más en el que los dueños del cotarro local pueden distraer sus fortunas y escapar de sus potenciales perseguidores. Aún así, ese, que viene bien como efecto colateral tampoco es la razón del conflicto.

La razón del conflicto, como en todos, es económica. Desde el punto de vista de economía de países Ucrania se estaba distanciando de Rusia con su acercamiento a Europa, en 2008 solicitaron su ingreso en la OTAN por lo que si hubieran conseguido el estatus de miembro ahora tendríamos un conflicto mundial en aplicación directa del artículo 5 de sus estatutos, que en otras palabras señala que el ataque a uno de sus miembros en su territorio es equivalente a un ataque a cualquiera de ellos por lo que se defenderían todos juntos del ataque.

Aunque hay fechas para todo, una cosa son las fechas y otra muy distinta el momento en el que se decide lo que tiene que ocurrir en dichas fechas. En cualquier caso es de destacar como va dando todo vueltas alrededor de ese año, 2008. En 2006 Rusia cerró el grifo del gas a Ucrania acusándole de quedarse con parte del gas que iba a la UE, por el parecer, algo sí se quedaban.  En 2009 volvieron a cerrar el grifo en lo que habría parecido una reacción a la solicitud de ingreso en la Otan. En ambas ocasiones quien salió peor parada fue la UE porque la dependencia del gas Ruso es casi absoluta en buena parte de Europa.

El gas ha bajado de precio en los últimos años, no es una consecuencia de la crisis, la razón la tienen las nuevas formas de extracción. EEUU ya no depende de nadie para abastecerse y hace nada que hicieron anuncios de como iban a reducir sus tropas drasticamente, hacer de abanderado por el mundo también te convierte en objetivo y todas las guerras que iban ganando como país se empezaban a traducir en perdidas dentro de la economía global, había demasiado local dispuesto a no obedecer mandatos económicos porque se sentía fuerte al resistir a los mandatos militares.

Una bajada de precios global del gas no necesariamente supone una perdida de ingresos para el que lo produce. En primer lugar aumenta el consumo por lo que al aumentar la venta se mantiene el ingreso. Pero... ¿cuanto gas hay?, mucho, sí, pero también había mucho petróleo y salía a cuenta subir el precio. Si el consumo está garantizado, se le puede cobrar lo que haga falta y un conflicto local permanente justifica rápidamente un aumento de los precios. Ojo, que con todo lo que dicen que ha bajado el gas... ¿lo ha notado alguien en su recibo?

No hay que centrarse solo en los intereses por países, en realidad las fronteras económicas no tienen nada que ver con los países, y tampoco coinciden exactamente con las lineas de expansión de las empresas sino de sus propietarios.

Si EEUU tiene tanto gas ahora es porque le resultó fácil convencer a sus ciudadanos de que necesitaban ser autónomos en la dependencia energética y la resistencia popular al fracking y al gas de esquisto no ha existido o ha sido fácilmente silenciada. Una más que oportuna crisis mundial les vino al pelo para hacerse con el puesto de primer productor mundial de gas, más que Arabia Saudí.

La propiedad de ese gas no hay que verla como parte de EEUU sino de los dueños globales. A estos les vendría bien poder explotar ese gas en cualquier lugar, en Europa había una cierta resistencia popular. Todo es cuestión de tiempo, cualquier resistencia se desvanece cuando no se puede calentar la casa. El que tiene gas, porque no puede pagarlo, pero además está la factura de la luz, que acaba dependiendo también de la producción de gas. (Ahí era importante también dejar de poner molinos de viento y placas solares porque si no necesitas gas, te importa un pimiento que suba de precio y harás lo que haga falta para que no rompan el suelo sobre el que vives).

Así que al margen de las palabras amenazando sanciones y alertando del peligro de las guerras, el interés de fondo es el de subir el precio del gas y al mismo tiempo incrementar su consumo, los dueños globales no dejan de ser nacionales de algún país así que es fácil que muchos de ellos sean americanos y buenos sabedores de que los grandes conflictos europeos han sido una buena fuente de ingresos para ellos.

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