miércoles, abril 28, 2010

El tonto.



El bueno, el feo, el malo... y el tonto.

Hoy no ha sido un buen día. Llevo varios días con una migración entre las manos y casi no tengo tiempo ni para comer, de hecho mañana me tocará hacer horas extras (de esas que no se pagan) porque los nombres de un montón de ficheros exceden de 260 caracteres, maldito sharepoint... lo curioso es que nos ha llamado el jefe para meter la bronca porque parece que hay gente que no está haciendo su trabajo... tocate los cojones, si alguien no trabaja... ve y diselo. Esta filosofía de reunir a todos y echar la bronca en general para que la recoja el que se sienta aludido me toca las narices. Cuando hay que repartir los "beneficios" no nos llaman a todos para que cada uno coja lo suyo... siempre pasa lo mismo, puede pasar que el que recibe los "beneficios" es el mismo que no hace su trabajo... y se lo dan, porque para una vez que lo hace, hay que premiarle. Los demás, los que trabajan siempre... esos no necesitamos alicientes, y seremos suficientemente inteligentes para discernir cuando nos reunen para echar la bronca a alguien que por lo demás, no habrá acudido ni a la reunión.

Despues resulta que no he podido mirar el correo a última hora y la bilbaina me dice que la mujer de un colega le ha dicho que se reunen unos cuantos a ver el futbol, preguntandome si yo iba a ir.

Tonto de mi, creyendo que era un correo que no había leido, he llamado para preguntar por la hora y resulta que nadie había contado conmigo, que no había leido el correo por la sencilla razón de que no lo había recibido. Que como todos sabían que no me gustaba el futbol... se me ha quedado cara de tonto y no se porqué pero me ha venido a la memoria esta película... aquella escena en la que se baten los tres en el duelo... y me he visto a mi mismo, pasando por detras de la escena, recibiendo los tiros que nadie recoge. Aquellas balas que salen de más en cualquier pelicula del oeste...

Puedes venir si quieres... ya... no si tienes razón, el futbol no me gusta mucho (¿como me iba a apetecer tomar una birra para olvidarme del dia de perros que he tenido?).

Mi hija me decía hace unos días que era una pena que no tuviera amigos, que en Alemania tenía muchos amigos y quedabamos con ellos... como además tenían hijos pues todos contentos... al final va a ser verdad... no debo tener muchos amigos.

Pero es cierto... no me gusta el futbol.

martes, abril 27, 2010

Calentando los caracoles.



Es una canción escrita para niños... niños que crecieron en otra crisis. La mayoría de los niños y no tan niños de ahora, no habrá escuchado antes este poema musical por lo que dificilmente podrán asociar el mismo a su autor, Carl Orff. Compositor favorito del alemán nacido en Austria más famoso de todos.

Hoy he escuchado los números de la crisis, el paro en España supera el 20% y sin embargo hay otros que están peor, en la tele se ve a otro chaval pegandole una paliza a otro, esta vez es el fascista el que la recibe... ojo por ojo... diente por diente... y al final todos comerán papillas en vaso en una oficina de la ONCE.

Por desgracia no me siento nada optimista... las crisis más grandes se han resuelto siempre del mismo modo. Se acaba buscando un enemigo, se crea uno que une a los más radicales y arrastra al resto y sea por miedo, sea por desidia, un día estalla una guerra que deja sin sentido las crisis, deja sin sentido el movimiento ficticio de dinero y se vuelve al metal precioso como única forma reconocida de riqueza. El papel deja de tener ningún valor aunque como siempre, hay quien saca partido, hay quien se enriquece a costa de los que no mueren, porque esa es otra... el paro desaparece pero no porque se cree trabajo, sino porque mueren los trabajadores.

El capitalismo se convierte en comunismo y todos trabajan para el estado... en las fabricas de aquellos que pagan sus salario en forma de patriotismo y un trozo de pan que llevarse a la boca aunque ellos sí que cobran por las armas que producen.

No hace falta pensar en guerras mundiales, antes de que se liara gorda los niños aprendían música en Sarajevo mientras otros iban de vacaciones a Duvrovnik y así uno por uno en todos los lugares en los que se libra alguna guerra.

Fueron pocos los que pensaron en esos lugares que aquella música que escuchaban era el fuego lento con el que se engaña a los caracoles, que el calor les iba a sacar de sus conchas, no para protestar sino para avivar el fuego de la discordia porque creían que iban a mejorar y se encontraron inmersos en conflictos de los que todavía no han salido.

Me pregunto cuanto tiempo pasó desde que Carl Orff compuso este tema que enseñaba música, hasta que el mismo niño cogió el fusil...

Hoy, en este post, más que nunca. Deseo estar equivocado.

domingo, abril 25, 2010

Consejo de Edelstein.

"No se preocupe por lo que otros piensen de usted. Están demasiado ocupados preocupándose por lo que usted piensa de ellos"
Arthur Bloch.

Hace ya unos cuantos años, tanto que ni me que acuerdo, que me regalaron la Ley de Murphy. Fue entonces cuando descubrí que Murphy no había postulado ninguna ley, que en realidad todo era obra de Arthur Bloch, uno, entre tantos escritores de obras para leer en pequeñas dosis pero que no se había convertido en famoso por sí mismo sino que su personaje, uno que solo da nombre al libro, era el que había acaparado toda la fama.

Con el tiempo, algunos de sus postulados, teoremas y corolarios, acaban formando parte de la cultura popular de forma que siempre hay quien lo cita como parte del estudio que vete a saber que universidad ha realizado.

No son citas en el más puro sentido de la palabra, nacieron para ser escritas como tales, pero en su mayoría pertenecen a lo que podríamos catalogar como verdades de perogrullo. En cualquier caso son afirmaciones que compartimos en muchas ocasiones de nuestra vida, pero que por lo general pasan desapercibidas hasta que al leerlas nos damos cuenta de su veracidad, sino absoluta, al menos sí relativa al momento en el que leerlas nos hace recapacitar sobre las mismas.

En esta, Edelstein, nos recuerda que aunque cada uno de nosotros somos el centro de nuestro universo, pues toda posición y movimiento están determinados por un sistema de referencia y cada persona se pone a sí misma como centro de su sistema de referencia, resulta que la persona que tenemos a nuestro lado tiene un sistema de referencia parecido por proximidad, pero que es diferente del nuestro.

Dicho de otro modo, por mucho que queramos pensar que somos parte de un todo, todo el mundo va a su bola, y como dijo un conocido hace poco, lo que más le preocupa a cada uno es su ombligo, (centro del sistema de referencia), y lo de los demás, importa... pero menos.

martes, abril 20, 2010

Seguridad o hipocresía.

No voy a explayarme en esta ocasión. Estoy con mi bocadillo leyendo el periódico y me he encontrado con este artículo sobre el dichoso hiyad.


Mi opinión sobre todas las religiones es la misma, así que no voy a entrar en la dinámica religiosa. El matiz sobre la incompatibilidad en la seguridad ciudadana de la posibilidad de identificar a quienes llevan un trapo en la cabeza sería fácil de comprender si al mismo tiempo se prohibe llevar el casco puesto cuando se llega a una gasolinera...


En vista de quienes son los que más ruido hacen al respecto... yo me pregunto... ¿en los colegios católicos... las monjas no llevan capucha?








Por otra parte, en otros paises como Afganistán, las gafas de sol se consideran como una ofensa ya que no permite ver la información que los ojos puede transmitir sobre su sinceridad o atención... y lo cierto es que unas gafas de sol pueden ocultar la identidad mejor que muchos trapos.

Del mismo modo la moda impone el tinte de cabello y su peinado y corte... ¿incluirán las pelucas en las restricciones o los pelos teñidos o peinados?

Hay quien cree que el problema estriba en que aquellas mujeres que lo portan, están siendo esclavizadas... pero evitar que lleven el pañuelo en el colegio no soluciona nada, pues el problema lo tienen en casa. Si no veo el problema... no existe.

Pero seguramente el problema es racismo disfrazado de demagogia.

jueves, abril 15, 2010

Otra vuelta.

Esta vez soy yo el que vuelve a mirar al sol desde el mismo lado, que no desde el mismo sitio, y quien sabe si el sol me muestra la misma cara que las anteriores. Seguramente no, lo que veía la última vez desapareció en forma de luz y energía aunque de todos modos da igual... tampoco miramos al sol cuando damos otra vuelta... la celebramos y al mismo tiempo ignoramos lo que estamos celebrando.

En fin... iba a decir, no se lo que iba a decir... sería mentira.

Una canción de un disco que vio la luz el año que yo la vi por primera vez... de aquel puente sobre aguas turbulentas... ya hace 20 años de ello...



y más...

miércoles, abril 14, 2010

Suiza para los suizos.

Ahora resulta que los suizos, al menos algunos, resulta que están indignados porque en Huelva se producen fresas antes que en Suiza, y claro... cuando empieza la temporada la fresa es más cara pero cuando ellos empiezan a producir los consumidores ya llevan un tiempo tomando fresas y el mercado se encuentra saturado y han iniciado una campaña en contra de la fresa española.

Es como si Candanchú protestase porque la gente se va a Suiza a esquiar porque en España hay menos nieve. Encima entran con valoraciones sobre las condiciones de trabajo en la recogida de la fresa española... claro... el cacao que utilizan para sus chocolates se produce a los pies de los Alpes... no te jode... habrá que mirar las condiciones en las que trabajan los productores de cacao y aplicar el cuento... eso por no hablar de las condiciones en las que puedan trabajar los mineros que producen el metal que se usa en sus reloges o de donde salen las piedras preciosas con que los adornan.

Así que Suiza para los suizos, la nieve y sus hoteles para ellos, que se coman todos los chocolates y reloges que producen... seguro que seguirán viviendo del dinero que produce todo contrabandista, narcotraficante y chorizo que se precie de serlo con el dinero que depositan en sus bancos.

lunes, abril 12, 2010

Exceso de confianza.

Cuando me enteré de la noticia del accidente de avión del presidente Polaco no comenté lo que me pasó por la cabeza... intentar aterrizar cuatro veces en un aeropuerto en el que la torre de control ordena ir a otro lugar y en el que un avión militar ha intentado aterrizar antes y ha desistido acudiendo a otro lugar es cuando menos raro.

Los riesgos que se corren al realizar una operación aérea van en función de unos márgenes de seguridad, en función del peso del avión, del viento, de las condiciones de la pista, etc., el vuelo se acerca a esos márgenes que en aviación militar son más amplios... es decir, se asumen más riesgos.

Decir que un avión militar no ha aterrizado es equivalente a poder asegurar que no lo puede hacer uno civil, cosa que el controlador debía tener bastante claro por lo que no tuvo reparo en ordenar a un avión presidencial a utilizar un aeropuerto alternativo. Solo se me ocurren tres razones para pensar porqué el piloto no hizo caso a dicha orden.

1.- Estaba loco de remate. Pero pensar que escogen al loco para llevar al presidente no parece muy lógico.

2.- El avión no tenía combustible suficiente para llegar al aeropuerto alternativo. Que pase eso con un avión que lleve militares a bajo coste ya ha sucedido, consiste en calcular el combustible necesario para llegar al destino y no repostar lo que es necesario para llegar al bingo (aeropuerto alternativo) declarando el repostaje como realizado y sacando tajada a medias con el gasolinero de turno, pero vuelve a ser improbable que se anden con ahorros de combustible para un vuelo presidencial.

3.- Le han preguntado mas o menos "amablemente" si está seguro de que no se puede...

Hay una ayuda electrónica (ILS) que indica por instrumentos al piloto si se encuentra en la senda de aterrizaje, si está por debajo de la senda, el avión aterriza antes de llegar a la pista, si va por encima, el avión puede no tener pista suficiente para parar.En Internet se puede mirar que aeropuertos tienen el sistema, no basta que lo tenga el avión, aquí se puede ver que pistas tienen ILS en Rusia, el aeropuerto de Smolensk no parece encontrarse entre ellos así que la senda solo viene indicada por un sistema de luces que apuntan a la senda, si vas por debajo... rojo, si vas en la senda verde. Las nubes no permiten ver las luces pero dependiendo de la altura de ellas, (y eso lo dice el controlador) el piloto puede pinchar en la nube para saber si está o no está en la senda de aproximación al ver debajo de la nube las lucecitas... el piloto se atrevió a pinchar tres veces, no sabemos si vió las luces o no, pero en todo caso lo que vio no le convenció o le indicaba que iba mal por lo que abortaba y volvía a empezar. El problema de pinchar en las nubes es que estas pueden estar muy cerca del suelo.

Los aviones tienen también un instrumento que avisa de la proximidad al suelo, pero lo dice a toro pasado... dice a que distancia está el suelo que acaba de sobrevolar. Para hacernos una idea, supongamos que volamos entre dos montañas, en un valle. Si las montañas son suficientemente altas el sistema nos indica que volamos a suficiente altitud pero sin embargo estamos por debajo de las montañas. Si el valle acaba de repente en otra montaña nos estamparemos contra la pared de la misma sin que el sistema haya dicho nada. Así que ese sistema no puede hacer nada para prevenir los obstáculos que puedan estar cercanos a la pista como árboles, edificios o antenas.

En cualquier caso aterrizar en contra de las indicaciones de un controlador no suele ser rentable ni en el supuesto de que se consiga ya que viene a ser como una infracción de tráfico muy grave en la que siempre se pilla al conductor. Para contravenirla hay que estar muy seguro de que no le puede suceder nada.

Todos los jefes de estado que me vienen a la cabeza vuelan con pilotos militares, en el avión no iba solo el presidente sino el jefe absoluto del piloto en cuestión. El presidente en cuestión ya se encontró en una situación en la que un controlador dijo que no aterrizase y dio la orden de que se aterrizase... el piloto no hizo caso. (me imagino que ese piloto dejó de ser piloto de la presidencia...) así que es probable que el piloto informase de las órdenes que había recibido de la torre y pidiera permiso para saltarselas o recibiera la orden de hacerlo.

Especulando un poco... (bueno, mucho... o no se), resulta que en esos aviones todos vuelan en clase cero... digo yo que va delante de la primera clase, y si hace falta tomar un vodka... o dos... se toman. Eso da a los pasajeros el valor de la copa de más que les permite ignorar el peligro... el piloto no bebe pero recibe el voto de confianza de un grupo de personas... las de mayor poder de su país, aquellos que pueden hacer que su vida sea mejor o completamente imposible, y le dicen que confían en él... que si puede aterrizar que lo haga, que haría un gran servicio al país y esas cosas que se le dicen al soldado para que arriesgue su vida... y las de los demás.

Si el exceso de confianza es peligroso, lo es más aún cuando la confianza viene desde fuera, cuando es otro el que confía en que puedes hacer algo que sabes que no deberías hacer...

Desde luego que en estos casos la culpa directa del accidente es del piloto, el no sabe si los del tubo están bebiendo, pero sí sabe que pueden hacerlo, sabe que puede negarse a obedecer una orden de un superior pero también sabe que su futuro está condenado si no lo hace así que mira positivamente, se carga de confianza ajena y decide buscar esa palmada en la espalda que recibirá en cuanto aterrice y quien sabe... igual ascienda y recibe algo a cambio...

Nunca sabremos lo que ha sucedido, la culpa la tendrá el piloto, por supuesto, pero yo en particular soy aficionados a las navajas, y entre ellas la de Ockham es mi favorita y no creo que el piloto se suicidase.

sábado, abril 10, 2010

Deber de auxilio...

Es ese deber que tiene cualquier persona que se considera como tal, es aquello que nos distingue de aquellos que han perdido la condición de humanos porque no los colocaría ni en la categoría de animales... que lo somos todos.

Me pregunto que sucedería si un helicoptero sobrevuela cualquier ciudad de los Estados Unidos y decide disparar por el mero hecho de ver un arma... puede que se tratase de terroristas, pero también podrían haber sido escoltas... que a juzgar por las personas a las que matan, pudieron haber sido los escoltas de esos periodistas.

Pero disparar sobre una furgoneta por el mero hecho de parar a auxiliarlos... por el riesgo de que estuvieran salvando a un "posible terrorista", es demencial. Es equivalente a disparar sobre una ambulancia evacuando heridos. Aunque lo peor es el comentario del artillero cuando descubre a los niños... "les pasa por llevar a sus hijos al campo de batalla"... ¿que batalla?, ¿esa carnicería?...

No se cuanto tiempo estará el video disponible... pero ahí está... en este no hay actores, quienes mueren lo hacen de verdad.

No apto para estomagos delicados.